viernes, noviembre 23, 2007

El Sheraton y mi Abuelo I


Cuando paso por el frente del Hotel Sheraton en uno de esos recorridos ocasionales por Retiro, esa zona saturada de automóviles, oficinas y smog, a menudo me asalta una pequeña anécdota que siempre contaba mi abuelo. Él construía las láminas de alambre para venderlas, tanto a particulares como a consorcios y empresas, y tenía su taller extenso en su cochera de la casa de Olivos en el norte de la provincia de Buenos Aires.. Siempre que iba a visitarlo era común ver en varios rincones del taller los rollos de alambre, mientras él manipulaba el telar mecánico.

Mi reconstrucción es sencilla: hacia fines de la década del 60 y principios del 70 llegó hasta allí una persona representante de los contratistas del afamado hotel, que por entonces estaba en construcción, para que mi abuelo le proporcionara los tejidos de alambre adecuados para la cancha de tenis que planeaban construir en su interior.

Al observar la foto del hotel internacional pienso en aquella frase de Martínez Estrada acerca de que existían muchas Buenos Aires dentro de Buenos Aires. Una de ellas era la Buenos Aires bárbara, primitiva, heredera de la buenos aires semicolonial y otra ese caos moderno que ahora nos resulta bastante actual. Sin embargo, cuando el autor escribía la obra que menciona la frase, Buenos Aires recién comenzaba a transitar por las transformaciones urbanas modernas. La obra se remonta a un contexto anterior al proyecto de urbanización moderna de la ciudad que posibilitó la construcción del Sheraton Hotel y se corresponde con otra época. Pero hay una pregunta que, en forma de juego, circunstancialmente pongo a rodar: ¿Qué hubiera dicho el pensador argentino de esta nueva etapa de Buenos Aires?

Esta época nos retrotrae a una Buenos Aires que comienza a ser pensada en términos de ciudad internacional o global. Una ciudad global es aquella que, citando a la socióloga Saskia Sassen, “representa un momento en la trayectoria del capital globalizado donde ese capital tan electrónico, poderoso, elusivo, invisible, se vuelve hombres y mujeres, y se convierte en una necesidad de edificios y de infraestructura“ .

Martínez Estrada, Ezequiel, La cabeza de. Goliat : microscopía de Buenos Aires, Bs. As., Ed. Losada, 1983. El año de la primera edición se remonta a 1940.

Sassen, Saskia, entrevista en Revista Teína del nro. 4 de 2004. Ubicable en http://www.revistateina.com/teina/web/Teina4/dossiesassen.htm

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