martes, febrero 08, 2011

Innovaciones y desigualdades.


Con EE.UU. en recesión cominezan a aparecer algunas ideas y teorías sobre el sentido de lo que se llama habitualmente "crecimiento económico" y desarrollo. Habituados a las teorías y corrientes de pensamiento que postulan a la era de la información y de la innovación como una nueva epoca que a traves del caballito de carga de Internet y las herramientas innovadores que conlleva, y a los objetos high tech deslumbrantes de sus empresas mas representativas, sortearíamos los baches de la caída de la producción industrial global (o su famosa "tasa de rentabilidad") de la mano del progreso de las nuevas tecnologías.

Pues esto parece que quizás no sea así. Hace algunas semanas está circulando un nuevo libro del economista Tyler Cowen, cuyo razonamiento pone en duda el crecimiento de EE.UU. a través de una superproducción innovadora. El libro en cuestión se llama The Great Stagnation: How America Ate All The Low-Hanging Fruit of Modern History,Got Sick, and Will (Eventually) Feel Better. El autor argumenta que el estancamiento de los ingresos que la mayoría de los estadounidenses ha tenido en las últimas tres décadas ha sido causado por este declive de la innovación.

Es más, este declive también se correlaciona a la creciente desigualdad social social, en donde la redistribución cada vez más dispar de la riqueza de la nación ha ido en beneficio creciente para los ricos mientras lo ingresos de todos los demás quedaron planos.

En este cuadro de situación, Cowen sostiene que la brecha de innovación es la gran responsable. Desde la década de 1970, como escribió recientemente en una columna de el New York Times, "venimos con ideas que benefician (económicamente) a un número relativamente pequeño de personas" . De 1947 a 1973, escribió, "el ingreso medio ajustado por la inflación en los Estados Unidos más que se duplicó". Desde entonces, ha aumentado sólo un 22 por ciento (logrado este numero en gran parte sumando a más miembros del hogar dentro de la fuerza laboral). O sea... es el estancamiento de la renta mediana, en opinión de Cowen, la consecuencia de la ausencia de innovaciones en la escala de la línea de montaje de automóviles Henry Ford.

De manera que a pesar de la deslumbrante pasarela de nuevos objetos, interfaces, sistemas, PCs, Facebook, Twitter, y redes sociales de todo tipo, esto no ha sido suficiente para reemplazar el "pack" de innovaciones que nos trajo la primera mitad del siglo XX con el automovil, el petroleo, la cadena de montaje y la mecanización/automatización de la fábrica, la radio, la tv, etc, etc...

Igualmente, Cowen tiene una fé inquebrantable en el papel de la ciencia y la tecnología en la solución de los problemas del país del norte, no sin embargo permitirse una receta ambigua entre sensata y algo cínica: " Hasta que la ciencia tenga un mayor impacto de nuevo en el nivel de vida diario, el problema político estará en aprender a vivir dentro de nuestras posibilidades."

Este razonamiento sobre la renta media y la clase media es similar al que la sociologa Marisella Svampa utilizó en su estudio de los countrys ( Los que ganaron) para entender la evolución, comportamiento y las motivaciones del fenómeno de la clade media refugiada "entre iguales". Argumento similar únicamente.. no?

Muy posiblemente los EE.UU. se recuperaran y volveran a crecer. Su fé inquebrantable en sus capacidades produtivas, cientificas, tecnológicas y culturales, a la larga terminaran llevando a su sociedad y economía a nuevos puertos más optimistas.

La pregunta, sin embargo, es qué sucederá en el mundo -y en el propio EE.UU.- de acá hasta que esto suceda (se me ocurren palabras claves: China y Asia, Medio Oriente, Brasil y sudamérica -Argentina..., Europa, revueltas, alimentos, Israel, etc., etc.). Nunca está de mas mencionar que cada palabra clave "arrastra" brevaje cultural, social y artístico. Algo así como emergencias éticas y estéticas aun invisibles y de efectos imprevistos...

El clima, en las elites estadounidenses, está enrarecido. De mea culpa post neoliberal (que en gran parte persiste, por supuesto). De ahí que el historiador estrella norteamericano Harold Meyeron haya escrito la semana pasada la siguiente frase:

"Sin duda, la disminución de los sindicatos - de 35 por ciento de la fuerza laboral del sector privado en la década de 1950 a menos del 7 por ciento hoy - ha bajado la capacidad de los trabajadores estadounidenses de ganar un buen salario. Sin duda, la exteriorización de la fabricación ha reducido tanto el número de buenos empleos como nuestra capacidad de explotar nuestras innovaciones productivamente. Sin duda, la desregulación de las finanzas ha desviado los recursos cada vez más a un círculo relativamente pequeño de banqueros y especuladores. Y ese pequeño cuadro principalmente se enriqueció a costa del resto de la nación. La gran mayoría de los estadounidenses no ha estado luchando porque nuestros mitos no están siendo un fenómeno. También han perdido el poder de nuestras elites empresariales y financieras. Hasta que no puedan recuperarse, todas las innovaciones en el mundo no los llevarán a la parte justa de la riqueza que ellos crean."

Amen (¿no les suena familiar?).