VASO MEDIO LLENO
El lunes 10 de Septiembre tuvo lugar la presentación del libro-manual “El poder de las redes”, del blogger, ciberactivista y economista David De Ugarte. El evento tuvo una considerable concurrencia y corría en el ambiente cierta sensación de un encuentro colectivo de blogueros y ciberactivistas. Estaban presentes distintos participantes de las redes sociales tanto de España como de Chile y Argentina.
El lugar del encuentro fue la Embajada de España. De Ugarte apareció seguido de su amigo Javier Noguera, secretario de Gobierno de la provincia de Tucumán, militante del peronismo K, blogger y autor del prólogo del libro. La conferencia de prensa fue muy amigable y básicamente, para los que no estabamos al tanto de su amistad, fue un compendio histórico que detalló las condiciones en las que de Ugarte y Noguera se conocieron. El primero, ciberactivista abocado a la concientización de las nuevas posibilidades de las redes y el segundo formando parte de un grupo de argentinos (“peronistas, del movimiento piquetero, radicales, etc”) que en el 2005 viajo a un pueblito de España, Galapagar, para capacitarse en temas de nuevas tecnologías.
De Ugarte remarcó lo que el entiende como dos modelos o estrategias en el ciberactivismo. Uno más centralizador, donde una idea se expone como pauta y a partir de la misma se proponen acciones y la difusión de las ideas. La otra, mas distributiva, consiste en lo que el autor llama el “swarming” o el inicio de un gran debate social distribuido. De manera similar a la de Pekka Himanen en “La Ética Hacker”, el ciberactivismo se balancea entre dos modelos, uno mas cerrado, centralizador y tradicional; y otro más descentralizado y distribuido, orientado a la deliberación colectiva que conduce a una “ebullición” fermento de las nuevas movilizaciones espontáneas.
Como ejemplo de estas innovadoras movilizaciones, David incluye al 13-M español que terminó dándole el punto final al gobierno de Aznar, las multitudes en Ucrania que se movilizaron en el 2005 y le dieron forma a la revolución naranja que complicó al gobierno de Putin y las ciberturbas griegas, donde alrededor de 10.000 personas fueron convocadas vía mensajes de texto para protestar contra el gobierno griego por su acción frente a los incendios que arrasaron con varias hectáreas de bosques y amenazaron, incluso, a maravillas como El Olimpo.
De Ugarte, además, demostró conocimiento sobre la historia europea en lo relativo a la emergencia de las nuevas tecnologías de la información. El telégrafo fue uno de los ejemplos que expuso para dar cuenta de la evolución y fortalecimiento de las comunicaciones y sus correspondientes tecnologías que terminaron configurando el imperialismo europeo decimonónico. Luego recaló en la aparición de las tecnologías de distribución de información en la posguerra. En este sentido, su idea fuerte consiste en que la estructura física de la comunicación determina la estructura física del poder en términos de quién pude hablar, con qué autorización y en cuáles circunstancias.
El texto nos propone construir, armar, expandir y fortalecer redes de amistades, asociaciones, activistas, programadores y similares. Desarrollar estas nuevas posibilidades que abren las redes y que erosionan las estructuras de poder tal cómo las conocíamos.
La conferencia fue corta y olvidable. Paso seguido, algunas de las preguntas del auditorio ayudaron a movilizar un ida y vuelta productivo. De esta instancia, me quedo con una pregunta que le hicieron respecto de los problemas relativos a la brecha digital en lo relativo a los países latinoamericanos y, en especial, Argentina. Ante la clasica respuesta para salir del paso de Noguera, la intevenci{on de David fue, probablemente, lo más rescatable de la jornada. “Por supuesto que el Estado tiene el deber de construir politicas educativas para solucionar el problema y debemos, además, exigírselo. Pero no se trata sólo de exigir, sino más bien de actuar y hacer. Un ejemplo: Evo Morales había firmado un contrato con Microsoft para usar su tecnología en las dependencias del Estado. Nosotros nos entrevistamos con él y le explicamos lo que esto significaba y le expusimos una alternativa, que estábamos en condiciones de armar debido a la red de contactos, amigos y empresas, para ofrecerle software de código libre… Frente al Estado uno no sólo puede exigir sino también ofrecer…”.
La presentación del libro estuvo a cargo del embajador español Rafael Estrella, que de buen humor presentó sintéticamente a Noguera y a De Ugarte. Ya inmersos en las ideas que filtró en la conferencia, y ante un lugar repleto, De Ugarte desarrolló un poco más algunas de las ideas en el libro. A pesar de su sorpresa por la concurrencia y con algo de nervios a flor de piel, el autor habló corrido sobre la importancia de la descentralización y la distribución como características fundamentales de las nuevas configuraciones sociales de las redes, sobre las nuevas formas de la política y del poder. Remarcó también la complejidad del ámbito ciberactivista, de sus divisiones y la diversidad de sus participantes (a lo que uno podría preguntarse si entonces se pude hablar de ciberactivismo como algo englobador más allá de algunas ideas generales). Además recalcó que no se trata de un libro teórico, sino vivencial y conversacional. Transcribe más bien sus experiencias como ciberactivista en el mismo campo de practicas que traducen saber y viceversa. Y hay que darle la razón, dado que si bien ciertas ideas de “El Poder de las Redes” parten de premisas conceptuales que tienen a Himanen y quizás a Castells como base, el libro invita a la reflexión, a la conversación, como él mismo dice, y a la polémica acerca de los nuevos tiempos desde la óptica de las nuevas redes sociales en la era de Internet y la globalización.
El libro está destinado a personas, empresas, organizaciones, colectivos, etc. Y, por supuesto, se puede descargar de la web.
VASO MEDIO VACíO
Las formalizaciones semi teoricas respecto de la web 2.0 omiten algunos problemitas no tan menores respecto del termino. Va un ejemplo: Hace poco el vicepresidente de Google dijo amablemente y sin inquietarse, mientras algunos se reian desimuladamente, que la web 2.0 no existía, que era puro marketing. Todos (o varios), periodistas y bloggers, lo recibieron como algo normal, y solo algunos se atreven a plantearse el problema, pero creo que eso dice mucho acerca del papel que incluso desde Google y otros ámbitos se le asigna al terreno y de la ambigüedad que impera cuando utilizamos el término. Creo y pienso que las plataformas y tecnologias denominadas web 2.0 generaron un huracan que esta ayudando a barrer o transformar algunas actividades, pero si no es la web 2.0 el centro del asunto, entonces qué es? ¿NO se tratará de que el ciberactivismo es un activismo de nueva clase, un poco más amigo y compinche de las nuevas tecnologías? Por qué las unicas movilizaciones que se pueden relacionar entre si son las ciberturbas griegas, el M-13 español y la de la revolucion naranja en georgia?
Por qué excluir de los ejemplos, como hace de Ugarte, a las movilizaciones contra las
reuniones de la OMC, FMI, GRUPO DE LOS 8, articuladas x momentos de manera " (semi) centralizada" y por momentos "descentralizada" (segun el patron de las multitudes inteligentes)? Por otra parte, si llega (dios quiera que noo!!) a suceder algo parecido a lo del 2001 aca, recien ahi las vamos a llamar multitudes inteligentes dado que ahora todos tenemos celular? ¿ Son las "multitudes blumberguianas", como citó Noguera, el ejemplo de una inteligencia colectiva o algo similar por el uso de los celulares? En este sentido, me parece más serio Virilio, cuando polémicamente dice que a través del atentado o del accidente se alcanza lo que antes se conseguía por medio de guerras y revoluciones en lo que entiende como una "democracia de las emociones" a traves de una desplazamiento donde "la opinión pública estandarizada" va perdiendo peso frente a una "sincronización de las emociones".
Tengo que admitir que soy adicto a las frases, y para la ocasión encontré una del sociólogo / antropólogo brasilero Renato Ortiz, extraída de su libro "Otro Territorio":
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