En el presente del actual desarrollo tecnológico referente a las nuevas tecnologías – y en especial Internet – quería comentar algunas cosas sobre lo que está significando actualmente el arribo de las tecnologías de las redes sociales: lo que se dio en llamar de manera difusa la web 2.0.
En el escenario que presenciamos actualmente, toda una serie de instituciones no tan nuevas ha consolidado el uso masivo de estas novedosas formas de interacción y comunicación. Las empresas periodísticas, en primer termino, se están actualmente regenerando atravesando, para esto, el desafío de los nuevos medios electrónicos y de estas nuevas herramientas. En la actualidad, estamos presenciando la reconfiguración del ámbito de las noticias.
Las ventas anuales de los diarios nos informan que el periódico de papel, por lo menos en Argentina pero el fenómeno es masivo a nivel global, atraviesa una etapa de crisis en las ventas. Las causas son varias y según los casos particulares, también diferenciales. En algunos casos, esta crisis se debe a la irrupción de los nuevos medios gratuitos electrónicos de Internet, más la rentabilidad que se ve amenazada por una crisis de mayor envergadura (económica) asociada además al tipo de acumulación y centralización del andamiaje informativo, como es en el caso de los EE.UU.
En argentina, si bien el fenómeno tiene virulencias similares, la merma en la venta de diarios se consolidó definitivamente en la década de los noventas. Mientras que, citando a Diario Sobre Diarios , resulta casi imposible – en la segunda mitad de esta década – la posibilidad de recuperar la cantidad de lectores del diario impreso (el ejempo de Clarín en el año 1993).
Planteado esto la pregunta que me hago es la siguiente: ¿qué papel están jugando las herramientas de la web2.0 en los nuevos formatos de los diarios? AL parecer, en primer lugar el Weblog está sirviendo para reformular la relación entre el periodista y el lector. Los diarios están redescubriendo el papel del autor, del que firma las notas, a través del Weblog que se incorpora al portal de noticias. Con esto se revaloriza la particularidad del punto de vista mientras que el formato permite una “mayor participación” del lector en la nota a través de sus comentarios. Es el modelo de Perfil, Infobae, Clarin y más recientemente La Nación.
El tema de las comillas abre el problema más general acerca de si este modo de participar se orienta hacia una mayor horizontalidad en la configuración de las noticias. A esta altura es muy conocido el lema de que con la Web 2.0 ”lo realmente importante es el cambio en el modelo de interacción' de los usuarios tanto con las empresas como con otros usuarios”. Por un lado, la emergencia de estos nuevos dispositivos denominados “redes sociales” está cambiando el panorama de las publicaciones digitales de todo tipo. Incluso ha facilitado la posibilidad de publicar para (casi) cualquier agente social que así lo quiera. Mientras que por otro lado, las potencialidades que contiene no han podido ser explotadas al máximo por las organizaciones colectivas del ámbito cultural.
El sector privado, sin embargo, está retomando la iniciativa en el ejemplo de la inserción de las herramientas web 2.0 en los servicios on line de los diarios de mayor tirada. Al parecer, la gente de marketing de estas empresas ha entendido muy bien como se configura las noticias en la era de Internet. Por “mayor participación de los lectores” debe entenderse la nueva dinámica de jerarquización de las noticias que proyectan sitios como Fresqui y similares, donde las noticias se valorizan colectivamente a través de los propios usuarios.
Esta novedosa forma de creación de valor en las noticias está en correspondencia menos con una mayor participación en la elaboración de las mismas, que en un novedoso método de seguimiento de preferencias segmentadas por temáticas. Estos sitios permiten dimensionar las lecturas “opacas” de la red. Constituyen una posible respuesta para conocer y optimizar las preferencias de los lectores por temáticas específicas. De esta forma, una mayor segmentación en la arquitectura de estos sitios corporizan “digitalmente” una red (como la que tiran los pescadores, no la rizomática, mucho más espesa y múltiple) que da forma a esa marea agazapada e “invisible” de lectores de Internet. Se trata de un dispositivo combinado de estadística y participación parcelada según intereses.
¿Qué quiero decir con esto? Que los diarios on line comienzan a calmar sus temores apocalípticos sobre Internet y ya incorporan estas herramientas tanto para economizar recursos ( imágenes proporcionadas por usuarios, denuncias, etc ) como para poder tener un mayor seguimiento del polo de la recepción (a través de los comments de las noticias pero tambien gracias a las encuestas focalizadas). Este equilibrio permite dinamizar la configuración de la agenda diaria y optimiza la conformación del valor de la noticia (publicidad) y "el rebote" que las novedades tienen en los lectores (legitimidad de la opinión pública e imagen corprativa)
¿Esto entra en colisión con las ansias libertarias iniciales de la web 2.0? El tema es más complejo, pero podría ser que sí y que no. El sí se debe a que las redes sociales portan posibilidades de cambio en la conformación de la libertad de expresión (no hablo de la libertad de expresión que defienden estas empresas, si no de la libertad de expresión del periodista independiente, del escritor, del fotógrafo, y de cualquiera que quiera plasmar sus inquietudes en publicaciones sin necesidad de que alguien imponga condiciones particulares para ello).
El no viene porque incluso los “ideólogos” de lo que se entiende por web 2.0 nos hablan de nuevas formas de entender los negocios. Y hay que darles la razón. Porque lo que cambia es el modelo de interacción, no el de la forma de acumulacón que, por supuesto, sigue siendo la misma e incluso más agresiva dado el modelo orientado hacia la convergencia de medios. En este contexto, Google (pero tambien Yahoo y Microsoft – últimos protagonistas de otra novela de fusión de gigantes) aparece como la posible solución a seguir a través de su modelo publicitario y de su estrategia de diversificación de servicios que ponen al “usuario” en el centro de sus consideraciones.
Para terminar, una anécdota. Hace poco una amiga me comentaba que quería eliminar su blog. Notaba en ella algo de cansancio y la falta de sentido del mismo. Bloguero como soy, por un lado me parecía una pena porque uno pierde un compinche en las arenas digitales, pero por otro me pareció un gesto sincero y atrevido. ¿Por qué tener un blog hoy? La respuesta está siempre en la intimidad de uno, pero en mi caso se trata de brindar señales variadas sobre cosas que configuran un estilo de inquietudes. Aunque tambien pienso que si bien la arquitectura es específica, los usos puden ser (y lo son) variados. Es un formato lo suficientemente flexible que se adecúa a distintas funciones.
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