Finalmente aterricé en Facebook. Tengo que admitir que la aplicación por el momento me genera desconfianza en relación con sus idolatradas potencialidades de uso. Luego de algunos días de interactuar con sus herramientas, me quedo con algunas impresiones que saqué de pequeñas charlas con amigos que tambien tienen su perfil diagramado en esta "red social".
En principio, la visibilidad que adquiere el usuario permite una intensificación de los contactos de todo tipo, aunque resulta fundamental su matiz nostálgico: se agilizan los lazos con gente que hacía mucho tiempo no veía. Paradoja de estos tiempos: los desarrollos que despliegan escenarios futuros se nutren de la nostalgia (aunque habría que decir, nostalgia 2.0).
Estas aplicaciones de la web 2.0 (termino que huele a naftalina a la espera de una revitalización en los laboratorios de márketing) prefiguran, sin embargo, algunas líneas argumentales de la futura ecoesfera digital. Por un lado, no es difícil imaginar una convergencia cada vez más intensiva de las aplicaciones mas "tradicionales" de Internet. Esto es: e-mail, sitios web, almacenamiento de fotos y videos, weblogs, etc.. Facebook y similares presentan estos formatos integrados en su plataforma, lo que lo equipara con un centro de operaciones para el usuario, que por el momento se encuentra entre la franja etaria de personas entre 15 y 30 años.
Mientras que por otro lado, las nuevas aplicaciones como facebook tienen dos etapas, al menos, en su desarrollo. En el momento actual, empujado por la novedad de sus herramientas, el márketing asociado y el involucramiento de los usuarios, la red está expandiendose a una velocidad inusitada. Es en esta etapa, además, donde su uso es más volátil y al mismo tiempo generalizado. Uno se incorpora a facebook con algunas líneas generales de expectativas, pero sin unos objetivos especificos en lo que respecta a su uso.
Tal como sucedio (y sucede) con los weblogs, la expectativa y la cantidad de usuarios tenderán a estabilizarse en correspondencia también con los ámbitos donde resulten más eficaces. Es en esta segunda etapa donde su inserción adquiere formas relativamente definidas y la especialización y profesionalización acompañan su desarrollo. Etapa donde además es asimilado por las instituciones más "tradicionales" (Estados, Empresas, Medios, etc.). Cosa que, por otro lado, resulta obvia.
Quizas sea muy pronto para aseverar que esta sea la trayectoria, pero las experiencias cercanas de otras aplicaciones de las llamadas redes sociales permiten proyectar recorridos similares. Sin menospreciar en absoluto las posibilidades que brinda, me parece que para los que nos interesan los escenarios que se despliegan a partir de estas novedades, el foco y la mirada deberían posarse en la cadena de los actores que dibujan e intervienen dinámicamente en estos escenarios:
Por un lado, la aparición de estas herramientas se inserta en débiles horizontes de expectativas producto de la interacción entre el imaginario publicitario y las comunidades de usuarios. Un ejemplo: en el panorama de estas nuevas aplicaciones, el desarrollo y oferta de nuevas herramientas se incorporan e intervienen en los horizontes ya anunciados por las herramientas anteriores. En este punto resulta crucial no menospreciar esta dinámica pensando solamente que los usuarios "caen" en las estrategias mercantiles. La idea de "alienación" debería dejar paso a nociones que valoren los términos de la persuasión (que aún existe y sigue vendiendo carne podrida) asumiendo además que el márketing actual formula estrategias apelando a la subjetividad del usuario (cosa no tan nueva) a través de formatos que lo incorporan como actor productivo fundamental (caso de la "web 2.0"). El escenario se articula cohesionadamente a partir de variables que van unidas:
La aplicacion encuentra su mercado a medida que las estrategias de marketing resultan eficaces en terminos de beneficios y oportunidades para el usuario. En una primera etapa, esto le permite a la empresa recuperar la inversión mientras desarrolla estrategias para valorizar su producto en relación a las inversiones y a la publicidad. En este sentido, vale aclarar que las expectativas de la nueva aplicacion se acrecientan tambien sobre la base de desarrollos novedosos como -por ejemplo- la oferta de nuevas herramientas como tambien en la eficacia y la simplicidad del diseño de la usabilidad (crucial para plataformas que ofrecen una oferta diversificada de aplicaciones). Es básicamente -si bien ahora algo desactualizado- lo que detallaba Manuel Castells cuando describía los lineamentos generales de la nueva economia.
Una pequeña observación: es sobre este punto que habría que observar como se desarrolla el nuevo entorno a partir de lo que está sucediendo en el mundo de las finanzas a nivel global. Sabemos que el sector financiero asociado a los capitales de riesgo está cambiendo de forma estrepitosa en los últimos días. Este sector es además fundamental para las empresas innovadoras en la web tales como Facebook. Sin dramatizar el asunto (el capitalismo -hasta el momento- siempre ha encontrado algun conducto que garantice su normalización, por más escandalosamente costoso que parezca), los cambios que se avizoran en la economía podrían modificar algunas características del escenario descripto más arriba. ¿Una nueva burbuja? Habrá que ver cual es el género hegemónico en el desarrollo de esta filantropia financiera: si la tragedia, la comedia o la epopeya.
En principio, la visibilidad que adquiere el usuario permite una intensificación de los contactos de todo tipo, aunque resulta fundamental su matiz nostálgico: se agilizan los lazos con gente que hacía mucho tiempo no veía. Paradoja de estos tiempos: los desarrollos que despliegan escenarios futuros se nutren de la nostalgia (aunque habría que decir, nostalgia 2.0).
Estas aplicaciones de la web 2.0 (termino que huele a naftalina a la espera de una revitalización en los laboratorios de márketing) prefiguran, sin embargo, algunas líneas argumentales de la futura ecoesfera digital. Por un lado, no es difícil imaginar una convergencia cada vez más intensiva de las aplicaciones mas "tradicionales" de Internet. Esto es: e-mail, sitios web, almacenamiento de fotos y videos, weblogs, etc.. Facebook y similares presentan estos formatos integrados en su plataforma, lo que lo equipara con un centro de operaciones para el usuario, que por el momento se encuentra entre la franja etaria de personas entre 15 y 30 años.
Mientras que por otro lado, las nuevas aplicaciones como facebook tienen dos etapas, al menos, en su desarrollo. En el momento actual, empujado por la novedad de sus herramientas, el márketing asociado y el involucramiento de los usuarios, la red está expandiendose a una velocidad inusitada. Es en esta etapa, además, donde su uso es más volátil y al mismo tiempo generalizado. Uno se incorpora a facebook con algunas líneas generales de expectativas, pero sin unos objetivos especificos en lo que respecta a su uso.
Tal como sucedio (y sucede) con los weblogs, la expectativa y la cantidad de usuarios tenderán a estabilizarse en correspondencia también con los ámbitos donde resulten más eficaces. Es en esta segunda etapa donde su inserción adquiere formas relativamente definidas y la especialización y profesionalización acompañan su desarrollo. Etapa donde además es asimilado por las instituciones más "tradicionales" (Estados, Empresas, Medios, etc.). Cosa que, por otro lado, resulta obvia.
Quizas sea muy pronto para aseverar que esta sea la trayectoria, pero las experiencias cercanas de otras aplicaciones de las llamadas redes sociales permiten proyectar recorridos similares. Sin menospreciar en absoluto las posibilidades que brinda, me parece que para los que nos interesan los escenarios que se despliegan a partir de estas novedades, el foco y la mirada deberían posarse en la cadena de los actores que dibujan e intervienen dinámicamente en estos escenarios:
Por un lado, la aparición de estas herramientas se inserta en débiles horizontes de expectativas producto de la interacción entre el imaginario publicitario y las comunidades de usuarios. Un ejemplo: en el panorama de estas nuevas aplicaciones, el desarrollo y oferta de nuevas herramientas se incorporan e intervienen en los horizontes ya anunciados por las herramientas anteriores. En este punto resulta crucial no menospreciar esta dinámica pensando solamente que los usuarios "caen" en las estrategias mercantiles. La idea de "alienación" debería dejar paso a nociones que valoren los términos de la persuasión (que aún existe y sigue vendiendo carne podrida) asumiendo además que el márketing actual formula estrategias apelando a la subjetividad del usuario (cosa no tan nueva) a través de formatos que lo incorporan como actor productivo fundamental (caso de la "web 2.0"). El escenario se articula cohesionadamente a partir de variables que van unidas:
La aplicacion encuentra su mercado a medida que las estrategias de marketing resultan eficaces en terminos de beneficios y oportunidades para el usuario. En una primera etapa, esto le permite a la empresa recuperar la inversión mientras desarrolla estrategias para valorizar su producto en relación a las inversiones y a la publicidad. En este sentido, vale aclarar que las expectativas de la nueva aplicacion se acrecientan tambien sobre la base de desarrollos novedosos como -por ejemplo- la oferta de nuevas herramientas como tambien en la eficacia y la simplicidad del diseño de la usabilidad (crucial para plataformas que ofrecen una oferta diversificada de aplicaciones). Es básicamente -si bien ahora algo desactualizado- lo que detallaba Manuel Castells cuando describía los lineamentos generales de la nueva economia.
Una pequeña observación: es sobre este punto que habría que observar como se desarrolla el nuevo entorno a partir de lo que está sucediendo en el mundo de las finanzas a nivel global. Sabemos que el sector financiero asociado a los capitales de riesgo está cambiendo de forma estrepitosa en los últimos días. Este sector es además fundamental para las empresas innovadoras en la web tales como Facebook. Sin dramatizar el asunto (el capitalismo -hasta el momento- siempre ha encontrado algun conducto que garantice su normalización, por más escandalosamente costoso que parezca), los cambios que se avizoran en la economía podrían modificar algunas características del escenario descripto más arriba. ¿Una nueva burbuja? Habrá que ver cual es el género hegemónico en el desarrollo de esta filantropia financiera: si la tragedia, la comedia o la epopeya.
3 comentarios:
Bienvenido a la matriz, Loti.
Por suerte, pude desperté y me fui.
Cuando éramos chicos, justificábamos cosas como ver "Amigovios" con la excusa: "es que lo ve mi hermanita". Ahora que somos adultos, justificamos cosas como ser usuarios de facebook con la excusa: "no me interesa per se, es que estoy investigando las nuevas redes sociales que genera la web 2.0" Andáaaa!
Che, muy interesantes tus reflexiones. Ves todo una configuración de situaciones allí donde yo sólo veo gente alienándose al punto de enviarse cervezas virtuales o mordidas de vampiros. Y muy atinado y poético eso de que los modos más innovadores de comunicación se sustentan en la nostalgia, totalmente.
un abrazo, Marin
Gracias, anónima Marin!
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