Que emociones mezcladas se agolpan simultáneamente cuando abro un periódico, miro algun noticiero, leo cualquier diario en Internet, etc....
Se me escapa la risa. Es inevitable. Ver a los economistas más "respetados" del paradigma liberal/neoliberal (aunque pongamos neoliberales, porque con la primera definición se escapan pocos), que son consultados por los "periodistas serios". Los más amnésicos no tienen descaro alguno y entienden que cortar con el discurso de los "chicago boys" de un plumazo y adoptar el nuevo vocabulario ("regulacion", "estatización", "intervencion", etc) es la mejor opción en momentos que el titanic se hunde. Además, los desmemoriados son varios e incluso y para el sentido común es dificultoso aprehender el sentido de un razonamiento económico complejo. López Murphy, Melconian, y varios de los "gurúes" actuales actúan hoy sobre este fondo resquebrajado del panorama económico mundial. Y si bien -gracias al milagroso periodismo serio argentino- no dejan de aparecer en los medios, sus recomendaciones despiertan gracia y bronca en dosis similares.
En lo subrepticio, estos gurúes especulan con la rearticulación del sistema financiero sobre las mismas bases. Con lo cual, se trataría de una señal que empalma bastante con algunas actitudes de las propias autoridades de EE.UU. que piensan que la actual crisis económica es un problema de "confianza". Un quiebre en la dinámica del flujo financiero que es posible sortear con la intervención de las autoridades estatales y la inyección en las instituciones financieras de más capital que garantice practicamente todos los "agujeros" por donde se cuelan las dudas entre los mismos bancos y tambien las duda de los inversionistas.
Paulson arrodillandose ante los demócratas pidiendo la urgente aprobación del rescate financiero, Bush con expresión de "desorientación" llamando a sostener el actual sistema financiero que se cae "a pedazos"... Los bancos que antes recomendaban a los países como Argentina comportamientos menos "regulatorios" y daban consejos ahora se caen, o son "salvados" gracias a la intervención estatal tanto en Europa como EE.UU... Todos los representantes, símbolos, defensores e íconos de este estado de cosas de la economía mundial adoptando discursos catastróficos acerca del futuro de las finanzas y de las economías reales. Peleandose entre sí para ver quién ha roto menos platos. Y de paso buscando socios para ocupar lugares en el Titanic....
El FMI y el Banco Mundial, entidades que han quedado mudas (hasta el miercoles/jueves último) y sin autoridad luego de no anticipar, controlar o criticar la serie de "desfasajes" en el sistema financiero estadounidense; que ni siquiera dijeron nada sobre el salvataje famoso que las autoridades económicas y el congreso estadounidense consensuaron para darle una solución al problema, ahora hablan de cooperación internacional y exhortan y condenan a Europa y los países emergentes (China y Rusia son "emergentes"?) para que no se corten solos en la elaboración de políticas económicas para aquietar el tsunami.
A todo esto, el mercado no deja de ser analizado al estilo "caja negra". Desentrañar, descomponer o al menos preguntarse por las cadenas y redes del sistema financiero a nivel global pareciera ser una utopía. Está más allá de lo representable o, si se quiere, diagramable. Las cartografías o mapeos no resultan de interés en estos momentos. El mercado, como bien apuntaba el Eliseo Verón recientemente, aparece configurado en redes de discursos donde la biología y la climatologia se articulan con imaginarios de catástrofe natural. "Esto es un tsunami".
No voy a discutir que frente a fenómenos de la magnitud como los que están en juego, el uso de metáforas no pueda ser también un recurso para darle sentido a fenómenos inusitados. Pero esta economía de las metáforas tambien deben entenderse en el contexto de un escenario que las tonifica según objetivos que articulan intereses politicos, economicos, culturales y sociales. ¿Digo mucho y nada? Puede ser. No estoy hablando meramente de manipulación sino de agenciamientos. Algo así como una simbiosis de elementos de diferentes naturalezas que se agolpan y rearticulan en base a alianzas donde incluiría no solo a instituciones (OMC, BIRD, ONU, FMI, MEDIOS Y AGENCIAS) sino discursos ecológicos difusos, ecos de tragedias griegas, teorias del caos, insatisfaccion, etc, etc... Y por supuesto, inquietudes políticas.
Pero las crisis, para usar otra metafora mas, actúan como filtros. Los mundos imaginarios que se agolpan y que formulan los basamentos para las opciones posibles y "racionales" adquieren su valor tambien en esta economía de las metáforas.
Estamos -hablemos de metaforas o de discursos- ante un escenario experimental. Un escenario de conflicto. Se ensayan soluciones y se solicitan aliados para repartir responsabilidades. Y dentro de este escenario, la economía -por el momento la gran reina hegemónica en la temática - aún no se articula con la política. El riesgo, claro está, es que se expliciten las politicas de las decisiones económicas, que se acrecienta a medida que los consensos se debilitan y la peligrosa recesion (digase impacto en la economia real: lugar o territorio reservado para nuestros benditos cuerpos) se hace más evidente. Por el momento, si bien el "contribuyente" norteamericano afronta futuros imprevisibles, el gran riesgo es que la recesión "remueva" los cimientos de las legitimidades de estos salvatajes.
Cuando las crisis adquieren profundidad, los términos que administran las legitimidades y consensos pierden su productividad. Las crisis son tambien crisis de discursos. Las metáforas climáticas permiten darle sentido a los sucesos y además -para colmo- le dan flexibilidad a las estrategias de armonización de intereses a los medios- los intreses relativos a la publicidad, la política y los lectores siempre son difíciles de articular . Permiten preservar el "aqui no ha pasado nada".Por esto mismo, la climatologia y la catástrofe facilitan los términos para un sentido común habituado ya al dramatismo del sentido (el terror y la opacidad como equivalentes).
Resulta evidente que, si uno mira con detenimiento, la cadena de acoplamientos de las variables a nivel global, ya sea a través de las finanzas (menos probable) como mediante el comercio (lo más probable), estan emergiendo las condiciones para que las consecuencias de la debacle finalmente llamen a la puerta de nuestra cotidianidad. Posiblemente no tan dramáticamente como le está sucediendo a los países más desarrollados, pero con escenarios que desgracidamente ya conocemos: más desempleo, aumento de la pobreza, caida de consumo, mayor conflictividad social, etc., etc.. Las especificidades e intensidades dependerán, obviamente, de las políticas que ponga en juego el gobierno.
Dicen por ahi que en toda crisis hay oportunidades, ¿no?
En lo subrepticio, estos gurúes especulan con la rearticulación del sistema financiero sobre las mismas bases. Con lo cual, se trataría de una señal que empalma bastante con algunas actitudes de las propias autoridades de EE.UU. que piensan que la actual crisis económica es un problema de "confianza". Un quiebre en la dinámica del flujo financiero que es posible sortear con la intervención de las autoridades estatales y la inyección en las instituciones financieras de más capital que garantice practicamente todos los "agujeros" por donde se cuelan las dudas entre los mismos bancos y tambien las duda de los inversionistas.
Paulson arrodillandose ante los demócratas pidiendo la urgente aprobación del rescate financiero, Bush con expresión de "desorientación" llamando a sostener el actual sistema financiero que se cae "a pedazos"... Los bancos que antes recomendaban a los países como Argentina comportamientos menos "regulatorios" y daban consejos ahora se caen, o son "salvados" gracias a la intervención estatal tanto en Europa como EE.UU... Todos los representantes, símbolos, defensores e íconos de este estado de cosas de la economía mundial adoptando discursos catastróficos acerca del futuro de las finanzas y de las economías reales. Peleandose entre sí para ver quién ha roto menos platos. Y de paso buscando socios para ocupar lugares en el Titanic....
El FMI y el Banco Mundial, entidades que han quedado mudas (hasta el miercoles/jueves último) y sin autoridad luego de no anticipar, controlar o criticar la serie de "desfasajes" en el sistema financiero estadounidense; que ni siquiera dijeron nada sobre el salvataje famoso que las autoridades económicas y el congreso estadounidense consensuaron para darle una solución al problema, ahora hablan de cooperación internacional y exhortan y condenan a Europa y los países emergentes (China y Rusia son "emergentes"?) para que no se corten solos en la elaboración de políticas económicas para aquietar el tsunami.
A todo esto, el mercado no deja de ser analizado al estilo "caja negra". Desentrañar, descomponer o al menos preguntarse por las cadenas y redes del sistema financiero a nivel global pareciera ser una utopía. Está más allá de lo representable o, si se quiere, diagramable. Las cartografías o mapeos no resultan de interés en estos momentos. El mercado, como bien apuntaba el Eliseo Verón recientemente, aparece configurado en redes de discursos donde la biología y la climatologia se articulan con imaginarios de catástrofe natural. "Esto es un tsunami".
No voy a discutir que frente a fenómenos de la magnitud como los que están en juego, el uso de metáforas no pueda ser también un recurso para darle sentido a fenómenos inusitados. Pero esta economía de las metáforas tambien deben entenderse en el contexto de un escenario que las tonifica según objetivos que articulan intereses politicos, economicos, culturales y sociales. ¿Digo mucho y nada? Puede ser. No estoy hablando meramente de manipulación sino de agenciamientos. Algo así como una simbiosis de elementos de diferentes naturalezas que se agolpan y rearticulan en base a alianzas donde incluiría no solo a instituciones (OMC, BIRD, ONU, FMI, MEDIOS Y AGENCIAS) sino discursos ecológicos difusos, ecos de tragedias griegas, teorias del caos, insatisfaccion, etc, etc... Y por supuesto, inquietudes políticas.
Pero las crisis, para usar otra metafora mas, actúan como filtros. Los mundos imaginarios que se agolpan y que formulan los basamentos para las opciones posibles y "racionales" adquieren su valor tambien en esta economía de las metáforas.
Estamos -hablemos de metaforas o de discursos- ante un escenario experimental. Un escenario de conflicto. Se ensayan soluciones y se solicitan aliados para repartir responsabilidades. Y dentro de este escenario, la economía -por el momento la gran reina hegemónica en la temática - aún no se articula con la política. El riesgo, claro está, es que se expliciten las politicas de las decisiones económicas, que se acrecienta a medida que los consensos se debilitan y la peligrosa recesion (digase impacto en la economia real: lugar o territorio reservado para nuestros benditos cuerpos) se hace más evidente. Por el momento, si bien el "contribuyente" norteamericano afronta futuros imprevisibles, el gran riesgo es que la recesión "remueva" los cimientos de las legitimidades de estos salvatajes.
Cuando las crisis adquieren profundidad, los términos que administran las legitimidades y consensos pierden su productividad. Las crisis son tambien crisis de discursos. Las metáforas climáticas permiten darle sentido a los sucesos y además -para colmo- le dan flexibilidad a las estrategias de armonización de intereses a los medios- los intreses relativos a la publicidad, la política y los lectores siempre son difíciles de articular . Permiten preservar el "aqui no ha pasado nada".Por esto mismo, la climatologia y la catástrofe facilitan los términos para un sentido común habituado ya al dramatismo del sentido (el terror y la opacidad como equivalentes).
Resulta evidente que, si uno mira con detenimiento, la cadena de acoplamientos de las variables a nivel global, ya sea a través de las finanzas (menos probable) como mediante el comercio (lo más probable), estan emergiendo las condiciones para que las consecuencias de la debacle finalmente llamen a la puerta de nuestra cotidianidad. Posiblemente no tan dramáticamente como le está sucediendo a los países más desarrollados, pero con escenarios que desgracidamente ya conocemos: más desempleo, aumento de la pobreza, caida de consumo, mayor conflictividad social, etc., etc.. Las especificidades e intensidades dependerán, obviamente, de las políticas que ponga en juego el gobierno.
Dicen por ahi que en toda crisis hay oportunidades, ¿no?
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